Otro corto cuento.
Empezaba a entrar el sol por la ventana de pleno diciembre, muy vivo y latente pero acompañado de un aire fresco que hizo que abriéramos los ojos repletas de felicidad y llenas de alegría.
Hacía mucho que una mañana no empezaba con la letra de esa hermosa canción en inglés con la que reflexionaste sobre la vida aquella vez que mirabas el pájaro perderse en el atardecer.
La mañana fue tan divina, un rato largo en la cama iluminadas por los reflejos del sol pero tapadas por la brisa de las sombras, otro rato en la terraza desayunando y sin poder creer que en algún momento esto era realmente verdadero.
Era como si nuestros cuerpos se hubieran resignado a la separación, hubieras descartado la distancia porque no podíamos parar de estar en contacto, desde las manos, las piernas, las caricias, las bocas y como siempre... las miradas. Estaban destinados a estar juntos, tan suaves y tan compatibles como un rompecabezas.
Regabas hermosa y los jazmines con su perfume nos hicieron volver a creer que todo era parte de la hermosa realidad que regalan los sentimientos puros y latentes, esos que no mueren y que viven en la sangre, esos que se reactivan con una mirada o una canción.
Las charlas estaban llenas de silencios preciosos que sabíamos disfrutar y de conversaciones compuestas por tan distintos temas que siempre nos volvíamos a conocer.
Y hoy, repito que amo todo lo que siento, que me apasiona sentir de esta manera querer buscarte hasta vivir con los límites en la punta de los dedos. Te escribo, te pienso, te quiero convencer de que pensar en mi es hermoso y no una tortura, que imaginarte en un beso es una fantasía y no un pecado.
Y así siguió todo el día con las nubes que iban jugando a tomar formas según la música que salía del aire hasta el atardecer, donde brindamos lentamente con las miradas fijas y nos vimos interrumpidas por el pájaro que viste esa vez, solo que esta vez se frenó, nos miró y cuando parpadeamos se estaba perdiendo en el rayo más brillante del sol.
"...And you're all laughing in the garden
And I'm lost somewhere in your mind
Maybe I should just turn around and walk away
For no matter how much I really do want to stay
You know I can't, no, it's too late..."
Hacía mucho que una mañana no empezaba con la letra de esa hermosa canción en inglés con la que reflexionaste sobre la vida aquella vez que mirabas el pájaro perderse en el atardecer.
La mañana fue tan divina, un rato largo en la cama iluminadas por los reflejos del sol pero tapadas por la brisa de las sombras, otro rato en la terraza desayunando y sin poder creer que en algún momento esto era realmente verdadero.
Era como si nuestros cuerpos se hubieran resignado a la separación, hubieras descartado la distancia porque no podíamos parar de estar en contacto, desde las manos, las piernas, las caricias, las bocas y como siempre... las miradas. Estaban destinados a estar juntos, tan suaves y tan compatibles como un rompecabezas.
Regabas hermosa y los jazmines con su perfume nos hicieron volver a creer que todo era parte de la hermosa realidad que regalan los sentimientos puros y latentes, esos que no mueren y que viven en la sangre, esos que se reactivan con una mirada o una canción.
Las charlas estaban llenas de silencios preciosos que sabíamos disfrutar y de conversaciones compuestas por tan distintos temas que siempre nos volvíamos a conocer.
Y hoy, repito que amo todo lo que siento, que me apasiona sentir de esta manera querer buscarte hasta vivir con los límites en la punta de los dedos. Te escribo, te pienso, te quiero convencer de que pensar en mi es hermoso y no una tortura, que imaginarte en un beso es una fantasía y no un pecado.
Y así siguió todo el día con las nubes que iban jugando a tomar formas según la música que salía del aire hasta el atardecer, donde brindamos lentamente con las miradas fijas y nos vimos interrumpidas por el pájaro que viste esa vez, solo que esta vez se frenó, nos miró y cuando parpadeamos se estaba perdiendo en el rayo más brillante del sol.
"...And you're all laughing in the garden
And I'm lost somewhere in your mind
Maybe I should just turn around and walk away
For no matter how much I really do want to stay
You know I can't, no, it's too late..."
Comentarios
Publicar un comentario