Gracias por tu paz.

A veces el humor supera todo tipo de deseos.
En este caso te imagino angustiada
y necesito solamente abrazarte y que respires.

Quizás no es mi abrazo el que te calme,
pero sí es el que te entiende y te acompaña.
El que siente lo que sentís y el que muere
por que lo dejes entrar.

Que te relajes en el sueño,
que sonrías en la mañana.
Que respires el frío orgullosa de cada día
por el simple hecho de ser quien sos.

Mi eternidad en algunos días,
mi debilidad en otros,
mi aprendizaje,
mi ejemplo
y mi jungla para escapar y ser comprendida.

Caminá observando como tus ojos lo hacen.
Viví amando como tu alma lo refleja en tu mirada.
Pensá cada sentimiento y combatí el dolor con tu dulzura.

Tu brillo, ese eterno que encandila a quien se acerque
el mismo que funde en mis sueños
al sol en el medio del océano
y el que hace que nunca se haga de noche.

Gracias por tu paz,
cuando te pierdas en angustia y miedo
mirate en un espejo y juga a comprender
de una vez, lo que yo siento al mirarte.