La flor de mi secreto

Hace varios días se me vienen repitiendo en la cabeza algunas frases, mezcladas con lágrimas y emoción sobre qué cosas podría decir para honrar a mi papá. Una de las que más me emocionó fue la de darme cuenta que no tengo fresco en la memoria el sonido de su risa, me olvidé su risa. Me dio mucha pena por él pero también entendí lo importante que es buscar la risa en uno mismo y en los demás, como objetivo digo escucharnos reír. Mi papá, un porteño re guapo, buen amigo, amaba comer y cocinaba como los dioses, le gustaba la música y manejar. La depresión se lo robó todo y lo envolvió en un vicio de soledad muy triste que le quitó las emociones y las ganas.  Mi hermana era su debilidad; la más protectora y dulce compañía que nunca le faltó, mi vieja su salvadora, su espacio de luz en la vida. Tuve tiempo de pensar en su despedida muchas veces, muchos sustos y enojos, pero cuando la muerte empieza a dar vueltas de verdad, se siente y esta vez se sintió en el aire una energía de ternura, pa

 Que cosa más pesada la madurez o la adultez asumida con los códigos de la historia antigua que ya nada tiene que ver con nosotros. Lo increíble que me parece que el cuerpo realmente empiece a detonar por todos los bombardeos del exterior, haciendo un profundo puente con el frente a frente de la mente y la realidad. Pensar, asumir, toser, menstruar distinto y seguir. Llorar un poco, tomar agua y pensar ¿Hasta cuándo?¿Por qué?¿Qué me pasa? Elegir una serie y no cansarse, la magia de volver a leer que lamentablemente requiere de un esfuerzo mayor a lo natural porque estamos latentes a un supuesto fin y a un nuevo comienzo que nos carcome con ansiedad.  El punto de quiebre es pensar que las consecuencias de todo lo que pasa, pasó y sigue pasando nos repercute en el cuerpo, en la mente y en las emociones, nada nuevo por acá. Identificar las emociones ya de por sí es un acto tremendamente difícil y de mucha valentía y energía que se va, pero cuando encima tenemos los estímulos limitados, lo

 Hoy me toca escribir con un miedo a descargar eso que en realidad me mantiene viva. El miedo de desaferrarse a lo que uno contiene en su lecho viviente, el calor humano que uno decide escoger y amar. Hoy en día el contagio se tiene que tratar de empatía, amor y entendimiento.  Escuchar, detenerse y comprender, o al menos intentarlo. Se debe decidir cada segundo y cada minuto por vivir. No nos dejemos asustar por la ansiedad, porque al fin y al cabo está de moda para que la personifiquemos, pero no deja de ser nuestar simple realidad..  Y hoy, en un mundo tan lleno y colorido.. qué mejor que la simpleza? Que la simpleza no nos asuste, que nos simplifique. No nos olvidemos de nuestros pequeños y mundanos secretos. La cultura empuja, acompaña- Leamos a José Ingenieros hablando sobre Las Fuerzas Morales y cerremos las puertas a lo esfímero, dejemos de lado los minutos y volvamos a pensar en el tiempo prolongado. El mundo del futuro donde haya existido tanta introspección como historia, el

Tenía tanto pensado para estas palabras, pero entonces la ansiedad una vez más me apartó de la inspiración. El “slogan” de mi blog manifiesta que “La realidad no debería existir”, es una frase de la película que honra el nombre de mi Blog; La flor de mi secreto de Pedro Almodóvar. La realidad no debería existir. Entonces hoy me veo combatiendo la madurez con añoranzas de lo que fue un pasado que hoy pasa a hacer una antigua realidad. Quizás esta vez se marca una era en la historia del mundo, quizás esta vez maduré de verdad y eso asusta por el solo hecho de cuestionarse.. que más hay? Que más hay después de la desolación?  Que más hay después del encuentro personal obligatorio? Que más hay atrás de resignar lo que creíamos costumbre? Que más hay después de todo el amor y el crecimiento? O también... qué más hay después de la desesperanza? Dudas, que nos ponen por primera vez en jaque ante algo que las generaciones palpables no pueden descifrar. Desespera. Apasiona. Intoxica. Libera. Ca