12/05/2020

Donde veo sombras, veo más el sol.
Titilan, bailan o se ponen a dar paz.


Eso que está ahí lo escribí en algún momento que no se cuando ni como..pero está-
Terminé de ver el último corto del Axel y una charla hermosa con el Martín y un día divino con el Manu y unos videos cuando el Pedro era bebé y yo le cantaba.. entonces antes de dormir necesité escribir un poco porque son todas fuentes sinceras de emoción y motivación.

A veces las palabras están demás o no son suficientes y entre esa dicotomía existo loca, llena de recuerdos que interrumpen mi presente pero solo para hacerlos tropezar. Me acuerdo de mi mamá tipeando en su laburo sin mirar el teclado y todavía no lo puedo lograr.

Hoy puedo ver los recuerdos como mujer entonces pienso a mi mamá y me emociono.
Hoy puedo volver a amar y me emociono más, porque aunque prometí no ahogarme nunca más.. puntos suspensivos.

La poesía me queda grande, pero la amo.
Escucho, siempre atenta y creo en emociones donde existen intenciones.

El Malbec me empalaga pero si es un buen momento, lo disfruto y lo entiendo como dulce y empalagoza que soy.

Escribir con un desorden determina un orden paradójico que me gusta y me caracteriza, viendo y percibiendo demasiado (a veces demasiado) todo lo que me rodea todo el tiempo.

La luz del otoño en mi casa tiene un tinte de nostalgia y ganas de vivir que envidiría si no fuera mío. Me gusta pensar que las cosas se escriben para desenredar y me ilusiona pensar que el arte se contagia y jamás se envidia.

Me intriga cuál es la analogía de la comida en la vida, cualés son los pensamientos que no puedo controlar pero prefiero degustar la comida y arrebatar la intriga con una sonrisa.

Soy dependiente de mi paz mental, pero al final; ¿quién no es pendiente de su paz?
Bueno, a veces soy esclava de mi paz.

Tengo recuerdos que me hacen llorar pero después de un rato me motivan.

Hace unos meses en la playa con el sol en la cara, hace otros meses (varios) peleando por una seguridad que me enseñó a no mentirme nunca más y hace unos meses más cercanos y llenos entendiendo que mi sangre es dar y amar.

Los paradigmas me tienen harta, me enroscan pero no los quiero más.

La sopa me gusta de verdura y con un poco de fideos, me fascina el guiso y el olor a porro a la mañana.

Mi fantasía es bailar sin vergüenza y cantar sin querer afinar.

No tengo graves problemas, soy realmente feliz porque me despierto amando la vida y queriendo saber más. Siempre quiero saber más.

Me olvidé de lo que quería decir en un principio pero se que se trata de admiración, agradecimiento y orgullo... y con eso.. para qué más.


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