Entradas

Mostrando entradas de 2023

El ritmo de mi sangre.

  Subir escalones para encontrar una paz donde todo lo que venía significando la tormenta se transforma en una pausa, donde ya no es tan importante lo que pasa al rededor sino lo que va corriendo por los canales del cerebro. La noción mucho más seria, los miedos más lejos pero sumamente aceptados. Descubrir emociones nuevas mediante experimentos que solamente yo misma entiendo, mis propios límites ya manifiestos y maduros. Tan arriba como abajo, pero en el medio estoy yo. Muy repetido todo a cierta altura de la vida, incluso las palabras o las expresiones. Es cuestión de empezar a escribir me dijeron el otro día, así que es lo que estoy haciendo a pesar de que ya no confío en la belleza que soltaban mis palabras. Ahora confío más en la templanza de mi silencio. Equilibrar las fibras del cuerpo me llevaron a lugares desconocidos que definitivamente necesitaba enfrentar; divinos, tranquilos y un poco vacíos también. Ya no creo tanto en todo, me cuesta confiar cada vez más. Confiar en mí,

HOLA

 Acá me encuentro fumando un pucho estacionada en una esquina que no es tan verdadera. Solamente existe porque las vueltas siempre duelen, así dice la Buika y me lo dijo un gran amor. Las amistades me nutren pero me cansan, hasta que aparece la amistad que me habla de lo que me invoca y me escucha con un paño frío. Paloma Negra.. donde andarás?  Trato que nada me distraiga pero entendí que mi propia religión es el equilibrio de la mente y el bocho SAGRADO.

Piantá piantá.

Es la oscuridad nuestra? Tan difónica la realidad de ese mundo donde todo sigue girando contra el mundo interior que te habla y te pide y te quita y te motiva y te da razones. Ya perdí el orden para la escritura porque elegí volver a cantar y todo no se puede a la vez, al menos para mí. Se me rompe el audio de todos los auriculares derechos, retomo la psicóloga y tengo pequeños manifiestos de ansiedad, me siento intensa cuando me apasiono y me enamoro con los gestos cotidianos de amor y respeto. Me emociono con lo poco que encuentro vivo, me enrosco con cada belleza... Me trastorno con tantas simplezas imposibles de manejar. Agradezco todas las noches y las mañanas porque así leí por ahí que mi dosha lo requiere y me sirve, pero me fumo unos porros para ver el mundo con una pizca de paz que me cuesta encontrar entre las bocinas y la mierda. Me cuesta aceptar las muestras de amor, me cuesta comprender al amor como una cuestión recíproca porque lo siento tan personal que no puedo compren