18/07/2018
Lo que no termino de entender es como esos reflejos que son miedos, guardados tan en la mente y tan en lo personal, pueden salir en palabras equívocas para dar mensajes que en realidad no queremos dar. El punto de enredarse no siempre es bueno, pero lo que sí se que no es bueno porque vive en mí como una sombra que no me quiere dejar, es el miedo. El miedo paraliza, confunde pero lo más triste y lo más caro de pagar es eso que el miedo no dejó ser, porque el miedo: engaña. Es como una salida a un carril más corto, menos dañado, con menos posibilidades de frenar a reparar y a pensar. Eso, la salida fácil es lo que después puede generar daños irreparables, como no haber sabido vivir el tiempo en el tiempo que lo deberíamos haber vivido. Soy una persona que sufre con la sangre y los latidos al miedo, lo siento antes de un beso, antes de una palabra e incluso de una mirada. Soy un cofre lleno de todo lo que llevo reprimido por adentro, pero nada me detiene de admitirme en mis propios